Pero James Juniper, Agnes Amaranth y Beatrice Belladonna, las hermanas Eastwood, se unen a las sufragistas de Nueva Salem y empiezan a buscar las palabras y los componentes olvidadas capaces de convertir la revolución de las mujeres en la revolución de las brujas. Las hermanas se verán acechadas por sombras y todo tipo de males, perseguidas por fuerzas que no tienen intención de permitir que las brujas voten, o que vivan siquiera, y tendrán que indagar en magia antigua, forjar nuevas alianzas y solucionar los problemas entre ellas si quieren sobrevivir.
Ya no hay brujas. Pero las habrá.